Mi hijo es una fotocopia de mi hermana.
En serio; pones una foto de mi hijo, una de mi sobrina cuando era pequeña y otra de mi hermana de cuando era pequeña y no son capaces de saber "Quien es Quien".
Hasta mi propio hijo se confunde...
A pesar de que los cuatro somos de ojos azules, los de mi hijo son mas parecidos los de mi hermana que a los míos propios.
Es mas; si lo miras detenidamente, no hay señal alguna de mi ADN...
La única manera que saber que es hijo mío es cuando le das una tableta de chocolate y te dice "No, no quiero, gracias".
Entonces es cuando mi orgullo de madre florece... Al parecer, sí que es hijo mío!!.
Y es que nosotros somos así... No nos gusta el dulce.
Ni pasteles, ni tartas, ni chocolates, ni cupcakes... nada. Pero nada de "NADA".
Personalmente, cocinar dulce es algo que me encanta, pero de ahí a que me lo coma; eso señores, ya es harina de otro costal
Es duro ser como nosotros. Los únicos NO-ADICTOS al chocolate/dulce.
Siempre nos miran de reojo y les oyes murmurar un "pero qué raros que son!!"
Total, que este año he decidido que mi niño por primera vez en sus 6 añitos se iba a comer su propio pastel de cumpleaños
Y buscando, buscando, dí con esta receta de una señora búlgara que tiene una casa de infarto (envidia cochina la mía). Suerte la mía que tengo amigos repartidos por todos lados así que recurrí a mi amigo Alec solicitándole sus servicios como traductor.
¡¡Gracias Alec!!
Lo primero de todo os comento que la receta original lleva como relleno un tomate cherry con mozzarella y albahaca pero como mi querido me dijo que "naranjas de la china", que él quería frankfurt, pues frankfurt le puso mamá.
Para la masa de pan:
200ml. de agua.
15gr. de levadura fresca.
1cda de sal.
1/2 cdta de azúcar.
1cda de aceite de oliva.
350gr de Harina.
Preparación:
Disolvemos la levadura fresca en el agua que habremos de templar previamente y añadiremos el azúcar, la sal y el aceite de oliva.
Ponemos la harina en la batidora (Siiii!!!. Estrené mi super batidora :D ) con el gancho de amasar y le damos unas vueltas por si hay alguna pelota de harina (no hace falta tamizarla).
Después de darle unas vueltas a la harina, vamos añadiendo el agua y lo dejamos que amase a velocidad media unos 4-5 minutos.
Cuando tengamos la masa lista, taparemos el bowl con papel film y dejaremos levar 1 hora aprox. en una habitación que no esté muy fria.
A la hora, separaremos la masa en 6 ó 7 bolitas (depende del tamaño del molde); estiraremos una de las bolitas y colocaremos el relleno.
En mi caso fue frankfurt y un trocito de queso pero si lo hacéis con el tomate, cortadle la parte superior y vaciadlo de las semillas. Dentro, podreis poner el trozo de mozzarella tal y como veis en la foto de mi nueva mejor amiga.
Una vez que ponéis el relleno, deberéis estirar de los bordes y cerrar haciendo una bola (véase las bolitas del fondo).
Cuando tenemos todas las bolitas listas, las ponemos en un molde de bizcocho, pintamos con huevo o con nata y lo horneamos durante unos 22-25 minutos a 200º (recordad que los tiempos varías según los hornos).
Yo puse sólo el calor de abajo y cuando el pan estuvo hecho, le puse el fuego de arriba para que le diese ese toque dorado.
La verdad es que ésta es una de las pocas recetas a las que no le cambiaría nada... si acaso, la próxima vez lo haré en "versión adulto" con sus tomates y con un aceite de oliva aromatizado con ajo y romero que yo hago... y estoy segura de que le dará un toque delicioso.
Por otro lado, cuanto mas pequeño sea el molde, mas algo os quedará ( el mío era de 26cm).
Si hacéis 7 bolitas en lugar de 6, la séptima bolita ponedla en el medio y quedará mas bonito aún si cabe.
Eso sí, comedlo calentito y sentiréis cómo el queso se derrite en vuestra boca y se mezcla con la textura sedosa del pan...
Una receta fácil, rica y muy versátil ya que las opciones para el relleno son innumerables.
Espero que os haya gustado.
Nos vemos en las redes ;)